¿Qué es Somos Madera?
"Somos Madera" es una iniciativa de una red de gremios busca posicionar y relevar al mundo de la madera con sus principales atributos, entre ellos, como un material que está presente en la vida de millones de chilenas y chilenos. ¡Prefiere la madera!
¿SABÍAS QUÉ?
¿Sabías qué los bosques aparecen como una de las principales soluciones para mitigar el cambio climático?
Por la capacidad que tienen para capturar y secuestrar carbono. Además, la madera es un recurso natural renovable, por lo que el sector se ha convertido en uno de los principales aliados en la mitigación del cambio climático al trabajar fundamentalmente de forma circular y renovable.
Los bosques tienen un rol muy importante en esta tarea, debido a su capacidad de absorber y almacenar CO2 en sus troncos, ramas, hojas y raíces, así como el suelo y sus productos, actuando como un reservorio de este gas, evitando que se encuentre disponible en la atmósfera. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los bosques contribuyen a contrarrestar hasta una quinta parte de las emisiones actuales de CO2 a nivel mundial.
¿Sabías qué el sector forestal aporta al desarrollo económico y social del país, las regiones y comunas donde se emplaza la actividad?
Son más de 300.000 personas que trabajan de manera directa e indirecta en el mundo de la madera. En Chile tenemos muchas zonas con una cultura rica en tradiciones y modos de vida ligados a la madera. Este material no solo sirve para hacer medianas y grandes construcciones con una serie de beneficios como ser de bajo costo y tener rapidez en su ejecución, sino que también la madera está presente en una serie de productos que realizan las pymes y los artesanos de nuestro sur. Sin ir más lejos, las regiones de Ñuble, Maule, Biobío y La Araucanía concentran más del 84% de las plantaciones forestales existentes en el país.
¿Sabías qué las plantaciones como los bosques naturales pueden ser productores de agua?
Pueden proteger las cuencas y favorecer el ciclo del agua. Para eso se necesita un buen manejo forestal y Chile va a la vanguardia del manejo forestal del mundo. Las plantaciones no son regadas y el agua que utilizan los árboles se extrae principalmente desde el primer metro de profundidad de suelo y en algunos casos hasta 3 metros. Esto no compite con las napas. Más de un 95% del agua que consumen los árboles vuelve a la atmósfera para continuar el ciclo hidrológico y solamente una pequeña proporción es fijada en sus tejidos.
¿Sabías qué Chile es de los pocos países del mundo en que la vegetación nativa no ha disminuido en las últimas décadas?
Eso se debe en parte a que precisamente estos bosques conviven con los productivos, los cuales son renovables, están sujetos a exigentes certificaciones y permiten satisfacer múltiples necesidades (construcciones, papeles, envases, etc) sin tener que recurrir a los nativos. De acuerdo a cifras del Estado, Chile tiene 14,6 millones de hectáreas de bosques nativos desde fines de la década del 50, precisamente cuando se inició el desarrollo de la industria forestal. El bosque nativo no se maneja, sino que se protege y monitorea con el fin de asegurar su preservación en el largo plazo.
¿Sabías qué Chile ha logrado convertirse en un actor relevante del sector forestal mundial?
Formando parte de los diez mayores exportadores de madera en el mundo, junto a países responsables de cuantiosos porcentajes de propiedad forestal como Rusia (20% del bosque mundial, 815 millones de hectáreas), Brasil (12%, 497 millones de hectáreas), y Canadá (9%, 347 millones de hectáreas). Sólo en 2019, la industria de la madera fue responsable de más del 8% del total de exportaciones del país, lo que a su vez significó el 2,24% del valor total de las exportaciones de madera a nivel mundial, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Para lograr esta posición, la industria ha trabajado de la mano de diversos actores en las certificaciones de optimización y calidad, sumando además la sustentabilidad como un desafío transversal. .
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